CAPITULO 66: LA PLATA 2002

Matías estaba solo en el escritorio, no podía dejar de pensar en las llamadas que había recibido, si era Maritzza no había duda, pues de lo ocurrido solamente su amigo del alma Fede, Maritzza y él lo sabían. Se quedó pensativo, como paralizado, con la mirada perdida en la nada, comenzó a recordar, el tiempo retrocedió hasta el inicio del verano de 2002…..por aquel entonces él estaba en el último año de carrera, hacia unos meses que salía con una chica, a simple vista no le atrajo, pero pronto se hicieron amigos y al conocerse se enamoraron perdidamente el uno del otro, todo parecía ir bien hasta que una tarde que quedaron para ir al cine…
Matías: “ Hola mi amor…¿Qué te pasa? ¿por qué tenes esa carita?”- dijo dándole un beso
Maritzza: “ No se como decirte esto….no se como…”
Matías: “ Contame que te pasa, vos sabes que me banco todo lo que te pasa, ¿son tus papás? Ya sé, se enteraron de lo nuestro y se oponen a nuestra relación, pero vos estate tranquila yo hablaré con ellos”
Maritzza: “ No, no son mis papás….es algo mucho peor, algo con lo que no contábamos, no se como te lo tomes...quizás me abandones y yo…”
Matías: “ Tranquila no te voy a abandonar, ¿Qué clase de tipo te crees que soy? Contame de una vez amor!”
Maritzza: “ Vení, mejor sentémonos acá, mejor que estés sentado Matías”
Matías: “ Esta bien, pero tranquilízate y para de llorar ya, ¿Qué pasa?”
Maritzza: “ Yo….yo…estoy embarazada….”- dijo temblorosa
Matías: “ Como?!vos…¿embarazada?”- dijo muy sorprendido
Maritzza: “ Si, embarazada, fui a un chequeo de rutina y me lo confirmaron con los análisis, estoy muy preocupada…mis papás!...yo….soy demasiado joven para tener un bebé…vos, ¿Qué pensás?”
Matías: “ Amor, ninguno de los dos lo esperábamos, pero bienvenido sea, asumiré mi responsabilidad, hablaré con tus papás nos casaremos cuanto antes y todo irá bien, te lo prometo amor, tranquila”- dijo abrazándola para contenerla, pues se la veía muy mal.
Maritzza: “ Matías…tengo 18 años…acabo de comenzar la carrera, un bebé ahora…no estoy segura de querer tenerlo, no estoy preparada para algo así, no todavía, ¿me entendes?....yo se que todavía estamos a tiempo de interr…”- él la cortó
Matías: “ Ni lo pienses siquiera, ese chiquito es tan mío como tuyo y yo quiero que nazca, si vos no lo querés yo me encargaré no te preocupes, vos podes seguir con tu vida…tu carrera, las fiestas…”- dijo muy serio apartándose de ella
Maritzza: “ Lo siento…son los nervios, tenés razón amor…dije cualquier cosa, perdóname”
Matías: “ Te perdono, pero ahora vayamos a tu casa, cuanto antes hablemos con tus papás mejor, tenemos que casarnos cuanto antes”
Y así lo hicieron, fueron a la casa de los padres de Maritzza, tras presentarse como el novio de su hija, claramente les expuso el tema, responsabilizándose en todo momento de lo ocurrido les pidió la mano de su hija para casarse cuanto antes, pero la respuesta de sus padres fue tajante NO, por otro lado estaban dispuestos a gastarse los pocos ahorros de los que disponían para llevar a la chica a una clínica y que abortara, decían que ya habían perdido a un hijo y que no permitirían perder a una hija, pero con su forma de actuar era lo que iban a conseguir. De malas formas echaron a Matías de la casa y le prohibieron que volviera a ver a su hija nunca más, según ellos él le había arruinado la vida a su pequeña.
Esa noche Maritzza se escapó de su casa y fue a la de Matías, sin pensarlo dos veces los dos enamorados se escaparon de Buenos Aires, dejaban todo atrás, pero estaban dispuestos a empezar una nueva vida en común en La Plata, por suerte Matías disponía de unos ahorros que les permitirían mantenerse por un tiempo, de camino a La Plata llamó a su amigo Federico, que se encontraba pasando unas vacaciones en Alemania con su familia, le contó lo que ocurría y le pidió que les dejara quedarse en el departamento que Fede tenia en La Plata, él no lo dudó les dijo que se quedaran todo el tiempo que les hiciera falta y que contaban con él para lo que necesitaran. Se puso en contacto con el conserje del edificio donde estaba el departamento y avisó que su intimo amigo y esposa iban de camino, que lo tuvieran todo listo para su llegada y también que les llenara la nevera de comida.
Cuando llegaron al departamento, todo estaba tal cual había ordenado Fede. Se acostaron cansados del día que habían pasado, pero en parte felices de estar juntos.
Al día siguiente Tute se levantó, dejó a Maritzza durmiendo y se dirigió al juzgado a pedir un turno para casarse por lo civil lo antes posible, pues así si los padres de ella los localizaban, ellos ya serían marido y mujer y no podrían interponerse entre ellos. Le dieron turno para dentro de tres días después. Los siguientes dos días fueron de lo más lindos, era como una pre luna de miel, pero la noche de antes del casamiento, todo se truncó. Matías solo recordaba despertar la mañana del casamiento completamente desnudo en la cama, todos los muebles estaban tirados, como si hubiera pasado un terremoto por allí, junto a él en la mesita de noche encontró una nota: “ Sos lo peor, olvídate de mi, olvídate que existo te odio Matías Ripamonti…olvídate de mi y de este bebé no quiero saber nada mas de vos nunca jamás, no me busques lo único que encontrarás será odio y olvídate también de tu hijo, jamás lo conocerás, que mi odio te persiga hasta el fin de tus días, Maritzza” Tras leer la nota se quedó desconcertado, no entendía nada, mientras recogía los muebles tirados se preguntaba una y otra vez que es lo que había hecho mal, pero ninguna respuesta acudía a su mente, espero horas y horas una llamada que nunca llegó, al fin decidió volver a Buenos Aires, el único lugar que Maritzza tenia era la casa de sus papás así que se dirigió a toda velocidad en su coche hacia allí. Pero tampoco la encontró, estuvo una semana entera buscándola por todas partes, pero no la localizaba, finalmente se decidió a llamar a Federico y contarle lo ocurrido, rápidamente su amigo regresó de Alemania para ayudarlo a buscarla y poner todos los medios que estuvieran a su alcance para ayudar a su querido amigo, pero todo fue en vano, un mes después Maritzza seguía sin aparecer.
Y así pasó el tiempo, Matías entró en estado depresivo al no saber nada de ella y su hijo, Federico lo apoyó en todo momento y aunque no estaban estudiando lo mismo tuvo que ayudarlo con la carrera, pues Tute había perdido el interés en todo, tras licenciarse como abogado fue contratado de inmediato por la familia Fritzenwalden como su abogado personal, como un gesto más de ayudarlo y apoyarlo. Hacia ya un año desde la misteriosa desaparición de Maritzza, cuando un día Tute se la encontró de casualidad por la calle, la agarró del brazo con furia y le reprochó el haber huido de esa forma, al preguntarle por su hijo, oyó lo que nunca se hubiera esperado.
Matías: “ Y mi hijo…tengo derecho a conocerlo, reclamaré la custodia compartida, decidme donde lo tenes quiero verlo ya”
Maritzza: “ Jajajajajaja…vos pensas que yo iba a tener un hijo tuyo? Que incrédulo, ese chiquito lo aborté, nunca nació, soy demasiado joven para ser madre y más todavía de un hijo tuyo, eso nunca”- dijo con sarcasmo
Matías: “ Te volviste loca??? Abortase a mi hijo??? Maldita seas Maritzza, maldita seas, no puedo creerlo…como fuiste capaz yo acepté casarme con vos, acepté marcharme de Buenos Aires y vos a cambio huiste y abortaste a mi hijo!!!!!”
Maritzza: “ Y que pensabas que me iba a quedar de brazos cruzados, ah! No eso no, no se como me dejé engatusar por alguien como vos, sos un fantasma Matías Ripamonti”
Matías: “ Ché que buena es esta, fantasma yo? Le recuerdo a la señorita que la huida sos vos, te busqué, sabe dios si te busqué removí cielo y tierra pero no te encontré”
Maritzza: “ Estaba bien escondida de vos, no me interesa seguir esta conversación, me voy”
- pero él la tomó por el brazo
Matías: “ Si si te interesa… Maritzza, donde quedó todo el amor que me tenias? Porque huiste?”
Maritzza: “ Vos me hablas de amor? El amor que te tenia murió aquella noche, se transformó en odio, un odio que jamás, óyeme bien, jamás sentí por nadie, pues bien ahora lo siento pero hacia vos”- tras esas palabras salió del lugar corriendo y él nunca más supo de ella, hasta ahora……
Matías seguía con la mirada perdida, la puerta del escritorio se abrió y entró Federico, vio a su amigo absorto en sus pensamientos, ni se había percatado que ya no estaba solo, de pronto habló.
Matías: “ No hay duda es ella”